Santuario de Nuestra Señora de Estibaliz
Historia
La Virgen de Estíbaliz en la fe y en la tradición del pueblo Alavés
La existencia histórica del Santuario de Santa María de Estíbaliz remonta por lo menos a mediados del siglo X.
Si bien no ha habido aparición milagrosa de la Virgen, ha sido el pueblo Alavés el que la ha hecho aparecer en su historia. La fe que María despertó en los hijos de Álava se encuentra refugiado en el templo que le levantaron nuestros mayores en el cerro de Estibaliz, en la alta edad media.
La idea que dio origen a esta construcción fue, sin ningún género de duda, la de dedicar un templo en honor de la Virgen. La imagen románica, los capiteles historiados del ábside, la anunciación (hoy colocada en la puerta speciosa), y casi toda la ornamentación vegetal de puertas y capiteles nos hablan de María.
Estíbaliz
A 7 kilómetros de Vitoria-Gasteiz, en un altozano de la carretera que une esta ciudad con Estella, se halla el Santuario consagrado a la patrona de Álava, Nuestra Señora de Estíbaliz.
El Santuario consagrado a Nuestra Señora de Estíbaliz ya aparece referenciado en el año 962.
Patrona de Álava
El nombre de Estíbaliz parece provenir de la raiz latin, Aestivalis, que designaba una finca o fundus romano, aunque otros apuntan hacia un lugar para solaz, lo cual no es de extrañar estando el panorama dominado por los montes de Gorbea y Aitzkorri y las sierras de Badaya y Entzia. Por otro lado, siguiendo la raiz Euskera, Esua-Ibaliz, que traduce “dulce como miel”.
Muy popular en la Edad Media, en la campa del Santuario se celebran los primeros de mayo los Juicios de Dios de Desagravios, entre los que se consideraban agraviados, previa exhortación del abad a la reconciliación.
El Santuario
El santuario es románico, con planta de cruz latina y triple ábside semicircular en la cabecera.
Es de destacar en el monumental conjunto los capitales del presbiterio, que representan de modo ejemplarizante escenas biblicas, desde el pecado original hasta la Anunciación.
También es de todos conocida la puerta Speciosa, una obra maestra del románico con cuatro arquivoltas que descansan en columnas de fustes reticulados. La jamba izquierda representan en su parte superior la imagen de Cristo.